Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y mientras nos abría las Escrituras?

Ver. 32. ¿No ardieron nuestros corazones ] Por ese espíritu de ardor Isa 4: 4 que enciende el fuego de Dios Hijo 8: 6 en el corazón de los corazones de su pueblo, mientras el misterio de Cristo les es abierto. Ego vero illius oratione sic incendebar, dice Senarclaeus, sobre Darío el mártir, ut cum eum dissrentem audirem, Spiritus Sancti verba me audire existimarem. Pensé que cuando lo escuché, escuché al Espíritu Santo mismo hablándome.

Mientras que él abrió ] Predicar entonces es la clave de la Escritura.

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