Y tan pronto como llegó, se le acercó enseguida y le dijo: Maestro, maestro; y lo besó.

46 Y le pusieron las manos encima y le prendieron.

47 Y uno de los que estaban allí sacó una espada, hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

Ver. 47. Y uno de ellos ] Beza dedujo de este texto que Marcos no recibió este Evangelio de Pedro, porque Pedro no habría confesado menos esta imprudencia en sí mismo que la negación de su Maestro.

Y le cortó la oreja ] Este fue su celo indiscreto, que procedía de ab effectu carnis, non ab afflatu Spiritus sancti, de la carne, no del espíritu. (Piscador.)

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