Y les dijo: ¿No conocéis esta parábola? ¿Y cómo, pues, conoceréis todas las parábolas?

Ver. 13. ¿No conocéis esta parábola? ] ¡Qué vergüenza! La ignorancia grave, bajo excelentes medios de conocimiento, es un pecado vergonzoso.

¿Y cómo, entonces, conoceréis todas las parábolas? ] El filósofo Anaxágoras se sintió ignorado y se quejó, omnia esse circunfusa tenebris, de que había una oscuridad generalizada en el entendimiento de los hombres. Empédocles angustas esse sensuum semitas dixit: Empédocles dijo que las vías de los sentidos eran demasiado estrechas. Y Demócrito, que la verdad estaba escondida en un pozo que no tenía fondo.

Se escuchó a Melancthon decir que no creía que hubiera un solo hombre en toda Alemania que pudiera entender correctamente una página entera del Organon de Aristóteles. ¡Cuánto menos puede alguien entender los misterios del evangelio, si no fuera por una luz sobrenatural! Los romanos pensaban que tenían la victoria atada a ellos; no tenemos el conocimiento de las verdades divinas vinculadas a nosotros, etc. Pero como los romanos dedicaron un lago (cuya profundidad era desconocida) a la Victoria, así debemos ser prudentes en la sobriedad; y lo que no podemos comprender de la voluntad revelada de Dios, corramos a Cristo, y él nos enseñará, pero aun así clamará: "¡Oh profundidad!" Romanos 11:33 .

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