Oíd, pues, la parábola del sembrador.

Ver. 18. Oíd, pues, la parábola, etc. ] Los discípulos le habían preguntado acerca de la multitud, Mateo 13:10 ; "¿Por qué les hablas por parábolas?" Fingieron que la multitud no lo entendía y, por lo tanto, debería hacer bien en mostrarles el significado. Ellos estaban avergonzados, en verdad, de confundir su propia ignorancia, pero nuestro Salvador los llama también para que escuchen la explicación de la parábola. Todos estamos dispuestos a sacar lo mejor de nuestro propio caso, a ocultar nuestras piernas torcidas con prendas largas, etc. No es necesario enseñar a la naturaleza a contar su propia historia.

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