Vivifícame según tu misericordia; así guardaré el testimonio de tu boca.

Ver. 88. Vivifícame según tu misericordia ] David, sometido a larga aflicción, tuvo sus despojos y embotamientos; ya que la mejor fe, si se intenta durante mucho tiempo, marcará y colgará el ala. Por tanto, él se despierta y lucha con Dios por la gracia vivificante; que prometió mejorar, y no recibir la gracia de Dios en vano; "así guardaré el testimonio de tu boca".

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