Pon vigilia, oh SEÑOR, delante de mi boca; guarda la puerta de mis labios.

Ver. 3. Pon un reloj, oh Señor, delante de mi boca ] Orat pro patientia, dice uno, aquí ora pidiendo paciencia; no sea que al darse permiso para exagerar, empeore mucho el asunto. La mejor paciencia, probada y aplicada durante mucho tiempo, puede fracasar a su costa.

Mantén la puerta de mis labios ] Que no se mueva crujiendo, y quejándose, como sobre bisagras oxidadas, por falta del aceite de alegría y alegría, Dal pro Deleth per Apocopen poetieam. David tuvo algo que ver con su lengua, como vemos, Salmo 39:1 ; Salmo 39:3 , y cuando hubo llevado el arca, ¡cuán desfavorablemente habló, como si la culpa fuera más de Dios que de él mismo, que se había hecho tal brecha en Uza, 1 Crónicas 15:2 ! Por tanto, era necesario orar así,

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