Bienaventurado el hombre que confía en Jehová, y no respeta a los soberbios ni a los que se desvían a la mentira.

Ver. 4. Bendito sea ese hombre, etc. ] Ver Salmo 2:12 .

Y no respeta a los orgullosos ] que se oponen a los creyentes, como también ellos, Habacuc 2:4 . Sobre todo los que se justifican a sí mismos y los que buscan méritos: la fe es una gracia que humilla.

Ni los que se desvían a la mentira ] Como los herejes y los idólatras. Estos el verdadero creyente, por la grandeza de su espíritu, desprecia, por grandes que sean; animo magno nihil magnum.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad