Todos los días me devorarían mis enemigos: porque eran muchos los que pelean contra mí, oh Altísimo.

Ver. 2. Mis enemigos (u observadores) me devoraban a diario] Anhelant observatores mei. Para manifestar la indignidad de la cosa, vuelve a repetir la misma frase en plural; observando que no eran pocos los que se inclinaban amargamente por el poder y la mayor parte para hacerle daño, un pobre hombre desamparado y sin amigos.

Porque son muchos los que pelean contra mí, oh Altísimo ] O, aunque son muchos los que pelean por mí desde lo alto, es decir, los ángeles, como Aben Ezra traduce y capta el texto.

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