Los impíos se alejan desde el vientre: se extravían desde que nacen, diciendo mentiras.

Ver. 3. Los impíos están apartados desde el vientre ] qd Estos enemigos míos son viejos pecadores; endurecido y habituado a la maldad desde el mismo vientre; también ha crecido con ellos, y ha apartado completamente sus corazones de Dios y de la bondad, frente a los cuales se mantienen firmes y tienen una antipatía innata; no sólo son contrarios a ello, sino también adversos; sí, a sus tendones de hierro han añadido cejas de bronce, Isaías 48:4 .

De hecho, todos somos pecadores por naturaleza, y traemos al mundo una mancha de nacimiento que nos hace extraños y desviados de Dios. Pero un Dios santifica aun desde el vientre, como hizo con Jeremías; y algunos, por la luz de la naturaleza, no del todo extintos, y por la gracia restrictiva de Dios, son refrenados por notorio ultraje en el pecado. Mientras que otros, desechados por Dios, y sufriendo caminar según los deseos de su propio corazón, in pesus indies proficiunt, empeoran cada día más y más, como dice el apóstol, hasta que su iniquidad sea completa, y así venga sobre ellos la ira al máximo. .

Pero como las ortigas pican derecho, y los cangrejos jóvenes retroceden, y los erizos jóvenes son ásperos; la naturaleza tan traviesa pronto aparece en los pequeños. Valezatha, el menor de los hijos de Amán, es según los hebreos el más malicioso; y, por tanto, tiene una letra ו en su nombre más grande que las demás. Nota de texto hebreo

Se descarrían tan pronto como nacen] Heb. desde el vientre; Partus sequitur ventrem, tan pronto como pudieron hacer algo, estaban haciendo el mal, balbuceando mentiras y calumnias muy temprano.

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