Levántate, oh SEÑOR; que no prevalezca el hombre; sean juzgadas las naciones delante de ti.

Ver. 19. Levántate, oh Señor, que no prevalezca el hombre ] Las oraciones son las armas de la Iglesia, su bombardae et instrumenta bellica (Lutero), por lo que es terrible como un ejército con estandartes; ella reza por sus enemigos.

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