Reprendiste a las naciones, destruiste a los impíos, borraste su nombre por los siglos de los siglos.

Ver. 5. Reprendiste a las naciones, etc. ] Dios primero reprende a los enemigos de la Iglesia con juicios más ligeros; si éstos no mejoran, los destruye, Salmo 119:21 ; y, debido a que trataron de oscurecer y extirpar su nombre de entre los hombres, por eso saca su nombre, es decir, su fama y reputación, para siempre y todavía, o para siempre y un día, como solemos decir: Ingloria vita recedit, se apagan en un rapé, como lo hicieron los perseguidores primitivos y modernos, de aborrecida memoria.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad