Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Ver. 9. Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo ]. Esta segunda parte del capítulo no es una visión, sino un sermón o una predicción histórica de lo que realmente se iba a hacer. Porque así como el Espíritu de Dios fue aquietado y, por así decirlo, consolado por la fiel ejecución de sus oficios por parte de los ángeles; de modo que busca, mediante esta profecía, calmar y consolar los espíritus de su pueblo los judíos, que fueron devueltos de Babilonia.

Porque estos, al verse acosados ​​por enemigos y exigencias, posiblemente podrían desesperar de ver alguna vez el cumplimiento de esas promesas y profecías del reino restaurado a la casa de David, y de la gran gloria del segundo templo sobre el primero. Por lo tanto, para mantener en alto sus corazones, se les hizo esta declaración del reino y sacerdocio de Cristo, bajo la típica coronación del sumo sacerdote Josué.

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