Zacarías 6:1-15

1 Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes. Aquellos montes eran de bronce.

2 En el primer carro había caballos rojos, en el segundo carro caballos negros,

3 en el tercer carro caballos blancos y en el cuarto carro caballos moteados y bayos.

4 Entonces pregunté al ángel que hablaba conmigo: — Señor mío, ¿qué son estos?

5 Y el ángel me respondió diciendo: — Estos son los cuatro vientos de los cielos que salen desde donde están, delante del SEÑOR de toda la tierra.

6 Los caballos negros atados al carro salen hacia la tierra del norte; los blancos salen hacia el occidente; los moteados salen hacia la tierra del sur,

7 y los bayos salen e intentan recorrer la tierra. — Entonces dijo — : ¡Vayan, recorran la tierra! Y recorrieron la tierra.

8 Luego me llamó y me habló diciendo: — Mira, los que salen hacia la tierra del norte han aplacado mi Espíritu en la tierra del norte.

9 La palabra del SEÑOR vino a mí diciendo:

10 “Tomarás una ofrenda de los del cautiverio: de Heldai, de Tobías y de Jedaías, que han venido de Babilonia; y el mismo día irás a la casa de Josías hijo de Sofonías.

11 Toma plata y oro, haz una corona y ponla sobre la cabeza del sumo sacerdote Josué hijo de Josadac.

12 Y le hablarás diciendo que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘¡He aquí el hombre cuyo nombre es el Retoño brotará de su lugar y edificará el templo del SEÑOR!

13 Él edificará el templo del SEÑOR. Tendrá gloria, se sentará en su trono y gobernará. Habrá un sacerdote junto a su trono, y habrá consejo de paz entre ambos’ ”.

14 Heldai, Tobías, Jedaías y el hijo de Sofonías tendrán coronas para gracia y como un recordatorio en el templo del SEÑOR.

15 Y los que están lejos vendrán y edificarán el templo del SEÑOR. Así conocerán que el SEÑOR de los Ejércitos me ha enviado a ustedes. Esto sucederá si escuchan atentamente la voz del SEÑOR, su Dios.

CAPITULO 6

1-8. LA OCTAVA VISION. LOS CUATRO CARROS.

1. cuatro carros—simbolizan las varias dispensaciones de la Providencia hacia aquellas naciones gentílicas que han estado más o menos en relación con Judea; especialmente en el castigo de Babilonia. Véase v. 8 (“la tierra del aquilón.” o sea, Babilonia); 1:15; 2:6. El número “cuatro” está especificado no meramente en referencia a los cuatro puntos del horizonte (indicando juicios universales), sino en alusión a los cuatro reinos mundiales del libro de Daniel. de entre dos montes—el valle de Josafat, entre Moria y el Monte Olivete (Moore); o el valle entre Sión y Moria, donde el Señor está (2:10), y desde donde él envía a sus ministros de juicio sobre los paganos. (Maurer.) El templo sobre el monte Moria es el símbolo de la teocracia; por eso, el más cercano lugar accesible a los carros en el valle abajo, es el más apropiado para una visión que afecta a Judá en relación con los poderes mundiales gentílicos. de metalLit., “bronce:” metal que entre los antiguos representaba la dura solidez; como la firmeza inmovible e irresistible del pueblo de Dios (véase Jeremias 1:18). Calvino explica los “dos montes” de esta manera: El propósito secreto de Dios desde la eternidad no sale a la vista antes de la ejecución, sino que está oculto e irresistiblemente reservado hasta el debido tiempo, como si estuviera entre altísimas montañas; los carros son los varios cambios obrados en las naciones, los que, cual veloces heraldos, nos anuncian lo que antes no sabíamos. Los “dos” montes pueden, de este modo, corresponder al número de los “olivos” (Jeremias 4:3); la alusión a los “dos montes” cerca del templo no está necesariamente excluída de este punto de vista. Henderson explica que ellos son el reino medopersa, representado por los “dos cuernos” (Daniel 8:3), empleados ahora para ejecutar el propósito de Dios de castigar a las naciones: pero la profecía alcanza mucho más allá de aquellos tiempos.

2. bermejos—lo que significa matanza. negros—representan duelo; y también el hambre (Apocalipsis 6:5; Apocalipsis 1:8).

3. blancos—significan alegría y victoria. (Calvino.) overos—tordos, pintados (de varios colores). Quiere expresar una disposición mixta, en parte de prosperidad, y en parte de adversidad. Las cuatro dispensaciones, aunque diferentes en carácter respecto a las naciones gentiles, presagiaron igualmente bien al pueblo de Dios. ruciorodados—“bayos:” o bien, “fuertes,” o “feroces;” así la Vulgata. (Gesenius.) Los caballos todos tienen este mismo epíteto: cuya obligación era de “recorrer toda la tierra” (v. 7). Sin embargo, la Versión de los Setenta y la caldea concuerdan con la Versión Inglesa al atribuir el término hebreo al color, no a la fuerza.

4. El profeta, dócil y humildemente busca instrucción de parte de Dios, y por tanto no busca en vano.

5. cuatro vientos—más bien, “espíritus celestiales, los que están delante de Jehová” para recibir los mandatos de Dios (véase 4:14; 1 Reyes 22:19; Job 2:1; Lucas 1:19) en el cielo (del cual Sión es la contraparte en la tierra. Nota, v. 1), y marchan con carro veloz (2 Reyes 6:17; Salmo 68:17) para ejecutarlos sobre la tierra en sus cuatro varias regiones (Salmo 104:4; Hebreos 1:7, Hebreos 1:14). (Pembellus.) O bien, los secretos impulsos de Dios que emanan de su consejo y providencia; el profeta quiere decir que todas las revoluciones del mundo, son del Espíritu de Dios como si fueran sus mensajeros o espíritus. (Calvino.)

6. tierra del aquilón—Babilonia (Nota, Jeremias 1:14). El norte es la región especificada en particular, desde donde Judá e Israel, en lo futuro, han de volver a su propia tierra (Jeremias 2:6; Jeremias 3:18). “Los caballos negros” van a Babilonia, principalmente para representar la terrible desolación con que Darío la visitó en el quinto año de su reinado (dos años después de esta profecía), por rebelarse. (Henderson.) Los “blancos” van detrás de los caballos “negros” al mismo país; los dos “carros” son enviados allá a causa de su mayor crueldad y culpa respecto de Judea. Los blancos representan la triunfante subyugación de ella por Darío. (Moore.) Mas bien, pienso yo, los blancos son enviados para sojuzgar victoriosamente a Medopersia, el segundo imperio mundial, situado en la misma región que Babilonia, es decir, al norte. los overos … hacia … mediodía—es decir, hacia Egipto, el otro gran enemigo del pueblo de Dios. Siendo éste una parte del reino grecomacedonio, representa al mismo, el tercer reino mundial.

7. los rucios—más bien, “los veloces,” o “fuertes,” Como los “bermejos” (o rojos) de otra manera no se mencionan, el epíteto “veloces” (como el término hebreo correspondiente debe ser traducido) en el v. 3 parece aplicarse a los cuatro grupos, y aquí especialmente a los “rojos.” Su oficio es para completar en adelante la obra ya ejecutada en parte por los tres anteriores, los cuales han derrotado a Babilonia, a Medopersia, y a Grecomacedonia: a saber, para castigar finalmente al último enemigo de Israel, la forma final asumida por Roma el cuarto reino mundial. Por tanto ellos “recorren toda la tierra,” contrarrestando “los rodeos y las andanzas” de Satanás (Job 1:7; 2 Tesalonicenses 2:8; 1 Timoteo 4:1), en conexión con el último terrible desarrollo del cuarto reino mundial. Su “rapidez” se necesita para contrarrestar la incesante actividad de él; su rojo color insinúa la gran matanza final (Ezequiel 39; Apocalipsis 19:17, Apocalipsis 19:21).

8. aquilón hicieron reposar mi espiritu—es decir, “hicieron reposar mi enojo” (Jueces 8:3; Eclesiastés 10:4. Ezequiel 5:13; Ezequiel 16:42). Solamente Babilonia, de los cuatro grandes reinos mundiales, había sido finalmente castigada en el tiempo de Zacarías; por tanto, solamente en este caso dice ahora Dios que su cólera está satisfecha; los otros tenian todavia que expiar su pecado; Roma, el cuarto, tiene todavia que hacerlo.

9-15. LA NOVENA VISION. LA CORONACION DS JOSUE. La doble corona es puesta en la cabeza de Josué, simbolizando que el sacerdocio y el reino verdaderos serán conferidos al unisolo Mesías. Véase Hebreos 6:20; Hebreos 7:1, tocante a Melquisedec, quien similarmente como tipo del Mesías, combinó en si mismo el reino y el sacerdocio.

10. Toma de los del cautiverio—Toma de ellos la plata y el oro (v. 11). Los tres nombrados vienen desde Babilonia (donde aún quedaban algunas de los judíos desterrados) para presentar dones de plata y oro, para la edificación del templo. Pero en los vv. 11, 14 se manda que se hagan “coronas” de aquellos dones para ser después colocadas sobre la cabeza de Josué, y para ser depositadas luego en el templo como un memorial de los donantes, hasta la aparición del Mesias. Heldai—que significa robusto. Llamado Helem más abajo. Tobías—cso es, la bondad de Dios. Jedaía—o sea, Dios conoce. los cuales volvieron de Babilonia—Esta cláusula en el hebreo viene después de “Josías hijo de Sefanias.” Por lo tanto, Moore piensa que Josías. “vino de Babilonia,” tanto como los otros tres. Pero como él tiene una “casa” en Jerusalén. es evidentemente un residente, no un visitante. Por tanto está bien la Versión Inglesa. O bien, Maurer: “Josías hijo de Sefanías (o Sofonias), a quien ellos habían venido (como huéspedes) desde Babilonia. en aquel día—No había tiempo que perder para señalar el significado de su venida desde lejos para ofrecer dones para el templo, tipificando, en la doble corona hecha de sus donaciones y puesta en la cabeza de Josué, la futura asamblea de desterrados de Israel con el Mesías, quien será entonces reconocido como el verdadero rey y sacerdote.

11. El sumo sacerdote solía llevar una corona encima de la mitra (Hebreos 3:5; Levítico 8:9). El Mesías llevará muchas coronas, una puesta sobre otra (Apocalipsis 19:12). Era cosa antes desconocida en el sacerdocio levítico que la misma persona llevara a la vez la corona de rey y la del sumo sacerdote (Salmo 110:4; Hebreos 5:10). El Mesías será revelado plenamente en esta doble dignidad, cuando haya “restaurado el reino a Israel” (Hechos 1:6).

12. He aquí el varón—que se levantará. Pilato, inconscientemente, expresó la voluntad de Dios tocante a él cuando dijo: “He aquí el hombre” (Juan 19:5). El sentido aquí es: “He aquí en Josué una notable prefiguración del Mesías.” No es por su propia causa, ni por él mismo, que la corona le sea puesta, sino como tipo del Mesías, que está por ser a la vez rey y sacerdote. Josué, individualmente, no podía ser coronado rey, no siendo de la línea real de David, sino únicamente en su carácter representativo. Pimpollovástago, o renuevo, (Véase Nota,Juan 3:8; Isaías 4:2; Jeremias 23:5; Jeremias 33:15). germinará de su lugar—conservando la figura de un “renuevo;” él brotará desde su lugar, es decir, del lugar idóneo a él: no meramente de Belén o Nazaret, sino por su propio poder, sin ayuda del hombre, en su milagrosa concepción (Henderson); un sentido sacado a luz en el original, “de debajo de sí mismo,” o “desde (de) él mismo.” (Calvino.) Moore lo hace referirse a su humilde crecimiento en su lugar de oscuridad, “cual renuevo y raíz de tierra seca” (Isaías 53:2), por treinta años desconocido, salvo como el hijo de un carpintero. (Maurer traduce: “Bajo él habrá un crecimiento (en la iglesia).” La Versión Inglesa concuerda mejor con el hebreo (véase Éxodo 10:23). La idea de un renuevo está en que la gloria de Cristo está creciendo, no manifestado todavía como árbol plenamente desarrollado. Es por eso que los hombres lo rechazan ahora. edificará el templo—La promesa de la futura edificación verdadera del templo espiritual por el Mesías (Mateo 16:18; 1 Corintios 3:17; 2 Corintios 6:16; Efesios 2:20; Hebreos 3:3) es una garantía para asegurar a los judíos que el templo material será edificado por Josué y Zorobabel, a despecho de todos los obstáculos aparentes. También les eleva los pensamientos más allá del templo material, al templo espiritual, y también al futuro templo glorioso, a ser erigido en Israel bajo la dirección del Mesías (Ezequiel 40:1 al 43:27). La repetición de la misma cláusula (v. 13) da énfasis a la declaración tocante a la obra del Mesías.

13. llevará gloria—es decir, llevará la insignia de la regia gloria, “las coronas” (Salmo 21:5; Salmo 102:16; Isaías 52:13). El mismo llevará la gloria, no tú, Josué, aunque estás llevando las coronas. La dignidad de la iglesia está en su únlca cabeza, Cristo. Así Eliacim, tipo del Mesías, había de tener “toda la gloria de la casa de su padre colgada de sí” (Isaías 22:24). y se sentará—lo que infiere seguridad y permanencia. sacerdote en su solio—(Génesis 14:18; Salmo 110:4; Hebreos 5:6, Hebreos 5:10:Hebreos 6:20; Hebreos 6:7.) consejo de paz será entre ambos a dos—Josué y Zorobabel, las autoridades religiosa y civil, cooperando en el templo, tipifican la paz, o la unión armoniosa entre ambos oficios, el real y el sacerdotal. La regia majestad no humillará la dignidad sacerdotal, ni la dignidad sacerdotal a la majestad real. (Jerónimo.) La paz de la iglesia, buscada en tiempos pasados en los “consejos” mutuos de los reyes y los sacerdotes, dos oficios siempre distintos, será perfectamente asegurada por la realización de los dos oficios en el único Mesías, quien la adquiere por su sacerdocio mediador y la mantiene por su gobierno real. Vitringa entiende que “su trono” es el de Dios el Padre. De esta manera será: “Habrá paz entre el Renuevo y Jehová.” (Ludovico de Dios.) Es mejor la otra interpretación, a saber: “el trono del Mesías.” Como Sacerdote él expía el pecado; como Rey, lo extirpa. “Consejo de paz,” infiere que es el plan de infinita “sabiduría, por lo cual al Mesías se le llama “Consejero” (Isaías 9:6; Efesios 1:8, Efesios 1:11; Hebreos 6:17). La paz entre los atributos reales y sacerdotales del Mesías sugiere la reconciliación de las demandas antagónicas de la justicia de Dios como Rey y su amor como de un Padre y Sacerdote. De este modo se produce la paz para el hombre (Lucas 2:14; Hechos 10:36 : Efesios 2:13). Es solamente por haber sido perdonados por medio de su expiación y ser gobernados por sus leyes, que podemos hallar “paz.” El “trono” real siempre estuvo relacionado con el “templo,” como lo está en el caso del Apocalipsis (Apocalipsis 7:15), porque Cristo ha de ser Sacerdote y Rey en su trono, porque el pueblo, cuyo “Rey” es el Señor, no puede acudir a él sino por mediación sacerdotal. (Roos.) Jesús vendrá para efectuar, por su presencia (Isaías 11:4; Daniel 7:17), aquello que en su ausencia es buscado en vano por otros medios. El ejercitará su poder mediador como sacerdote sobre su trono (v. 13); por eso su reinado es para un período limitado, cosa que no pudiera ser, si fuera un estado de gloria final y eterno. Pero siendo por un propósito especial, para reconciliar todas las cosas en este mundo, ahora desordenadas o desarregladas por el pecado, y para presentarlas así a Dios el Padre, para que éste pueda otra vez—por vez primera desde la caída de Adán—entrar ea relación directa con sus criaturas; por eso el período es limitado, constituyendo la dispensación en la plenitud de los tiempos (Efesios 1:10), cuando Dios reunirá todas las cosas en Cristo, la consumación de la cual será: “Dios el todo en todos” (1 Corintios 15:24).

14. tendrán [las] ceronas por memorial en el templo—depositadas en el templo en honor a los donantes; un memorial, además, de la coronación de Josué, para recordar a todos al Mesías, el prometido Rey y Sacerdote antitipico, presto a venir. Helem, el mismo como Heldai del v. 10. Similarmente, Hen, (eso es, favor) es otro nombre por Josías (quiere decir: Dios funda), del mismo v. 10. La misma persona frecuentemente tenía dos nombres.

15. los que están lejos … edificarán—La razón por qué las coronas fueron hechas del oro recibido de lejos, a saber, de los judíos de Babilonia, era para tipificar la conversión de los gentiles al Mesías, Rey de Israel. Esto también estaba incluído en la “paz” de que se habla en el v. 13 (Hechos 2:39; Efesios 2:12). En primer lugar, sin embargo, el retorno de los israelitas dispersos desde “lejos” (Isaías 60:9) al rey de los judíos en Jerusalén es de lo que se habla, y ha de ser seguido, en segundo término, por la conversión de los gentiles “lejanos” (Isaías 2:11; Isaías 8:22; Isaías 60:10; Isaías 57:19). edificarán en el templo—“Cristo edifica el templo” (vv. 12, 13; Hebreos 3:3); sn pueblo “edifica en el templo.” Véase 3:2; “Moisés en su casa …” conoceréis … cuando el evento corresponda a la predicción (2:9; 4:9). Y será esto, si oyereis obedientes—A los judíos de los días de Zacarías es dado un estímulo para la diligente prosecución de la edificación del templo, obra que era el deber de ellos cumplir entretanto, contando con la esperanza de que el Mesías iría después para glorificarlo. La terminación del templo “será,” se verificará, siempre que vosotros de vuestra parte diligentemente “obedezcáis a Jehová.” No se quiere decir que la incredulidad de ellos pudiese frustrar el propósito de gracia de Dios respecto a la venida del Mesías. Pero si significa, de modo secundario, que la gloria del Mesías como rey sacerdotal de Israel no será manifestada a los judíos mientras no se vuelvan a él con obediente arrepentimiento. Ellos son, entretanto, “ramas” cortadas, hasta que vuelvan a ser “injertados” de nuevo en el Renuevo (Pimpollo) y su propio olivo (3:8; 12:10-12; Mateo 23:39; Romanos 11:16).

Continúa después de la publicidad