1-5 Samuel no solo limpió su propio carácter, sino que también estableció un ejemplo ante Saúl, al mostrarle al pueblo su ingratitud hacia Dios y hacia él mismo. Existe una deuda justa que todos los hombres tienen con su propio buen nombre, especialmente aquellos en posiciones públicas, que es protegerlo contra culpas y sospechas injustas, para que puedan terminar su trayectoria con honor, así como con alegría. Y el saber que hemos vivido honestamente en nuestros lugares será nuestro consuelo ante cualquier desprecio y desdén que puedan dirigirnos.

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