16-23 Los filisteos fueron, por el poder de Dios, enfrentados entre sí. Cuanto más evidente era que Dios hacía todo, más razones tenía Saúl para preguntar si Dios le daría permiso para hacer algo. Pero tenía tanta prisa por luchar contra un enemigo caído, que no se quedaría para poner fin a sus devociones, ni escucharía qué respuesta le daría Dios. El que cree, no se apresurará, ni considerará ningún asunto tan urgente, como para no dar tiempo a llevar a Dios con él.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad