1-10 ¡Cuán fuertes son las palabras correctas! Saúl estuvo, por un tiempo, convencido de la irracionalidad de su enemistad con David; pero él continuó su malicia contra David. Tan incurable es el odio de la simiente de la serpiente contra la de la mujer; tan engañoso y desesperadamente malvado es el corazón del hombre sin la gracia de Dios, Jeremias 17:9.

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