9-18 Deje que los jóvenes miren a Absalón, colgado de un árbol, maldito, abandonado del cielo y de la tierra; dejad que lean el aborrecimiento del Señor de la rebelión contra los padres. Nada puede preservar a los hombres de la miseria y el desprecio, sino la sabiduría celestial y la gracia de Dios.

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