8-13 Que los santos que sufren recuerden y miren a Jesús, el Autor y Consumador de su fe, que por el gozo que le fue propuesto, soportó la cruz, despreció la vergüenza, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. No debemos pensar que es extraño que los mejores hombres reciban el peor trato; pero esto es alentador, que la palabra de Dios no está atada. Aquí vemos la causa real y verdadera del sufrimiento del apóstol por causa del evangelio. Si estamos muertos para este mundo, sus placeres, ganancias y honores, estaremos para siempre con Cristo en un mundo mejor. Él es fiel a sus amenazas y fiel a sus promesas. Esta verdad asegura la condenación del incrédulo y la salvación del creyente.

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