26-36 Los reinos y estados más poderosos y magníficos, tarde o temprano, descienden. Quienes confíen en las criaturas y depositen sus esperanzas en ellos, caerán con ellos: felices quienes tienen al Dios de Jacob por su ayuda, y cuya esperanza está en el Señor su Dios, que vive para siempre. Aquellos que se dedican al comercio deben aprender a realizar sus negocios de acuerdo con la palabra de Dios. Aquellos que poseen riqueza deben recordar que son mayordomos del Señor, y deben usar sus bienes para hacer el bien a todos. Busquemos primero el reino de Dios y su justicia.

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