24-26 Fuimos cautivos legales a la justicia de Dios, pero entregados por un precio de valor indescriptible. Aquí hay una promesa expresa: incluso la presa del terrible será entregada. Aquí podemos ver a Satanás privado de su presa, atado y arrojado al pozo; y todos los poderes que se han combinado para esclavizar, perseguir o corromper a la iglesia, son destruidos; para que toda la tierra sepa que nuestro Salvador y Redentor es Jehová, el poderoso de Jacob. Y cada esfuerzo que hacemos para rescatar a nuestros compañeros pecadores de la esclavitud de Satanás, en cierto grado, está ayudando a avanzar ese gran cambio.

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