5-14 El profeta se vuelve hacia aquellos que temblaron ante la palabra de Dios, para consolarlos y alentarlos. El Señor aparecerá ante la alegría del humilde creyente y ante la confusión de los hipócritas y los perseguidores. Cuando se derramó el Espíritu y salió el evangelio de Sión, multitudes se convirtieron en poco tiempo. La palabra de Dios, especialmente sus promesas y ordenanzas, son los consuelos de la iglesia. La verdadera felicidad de todos los cristianos aumenta con cada converso traído a Cristo. El evangelio trae consigo, donde sea que sea recibido en su poder, un río de paz, que nos llevará al océano de dicha ilimitada e infinita. Las comodidades divinas alcanzan al hombre interior; El gozo del Señor será la fortaleza del creyente. Tanto la misericordia como la justicia de Dios se manifestarán y se magnificarán para siempre.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad