1-8 Cualquiera que sea el método que se use, es en vano lidiar con los juicios de Dios. Cuanto más nos entregamos a los placeres de esta vida, más nos incapacitamos para los problemas de esta vida. El ejército caldeo irrumpirá en la tierra de Judá y en poco tiempo devorará todo. Se acerca el día en que se visitará a aquellos descuidados y seguros de manera pecaminosa. Es una locura jugar cuando tenemos una salvación eterna para trabajar, y los enemigos de esa salvación para luchar. Pero estaban ansiosos, no porque pudieran cumplir con los consejos de Dios, sino que pudieran llenar sus propios tesoros; sin embargo, Dios sirvió así a sus propios propósitos. El corazón corrupto del hombre, en su estado natural, arroja pensamientos malvados, tal como una fuente arroja sus aguas. Siempre está fluyendo, pero siempre está lleno. El Dios de la misericordia tiene mucho que apartarse incluso de un pueblo provocador, y es sincero con ellos para que, mediante el arrepentimiento y la reforma, puedan evitar que las cosas lleguen al extremo.

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