14-39 Después de que Dios les ha presentado la bendición que los haría un pueblo feliz si fueran obedientes, aquí les presenta la maldición, los males que los harían miserables si fueran desobedientes. Dos cosas traerían la ruina. 1. El desprecio de los mandamientos de Dios. Los que rechazan el precepto, llegarán finalmente a renunciar al pacto. 2. El desprecio de sus correcciones. Si no aprenden la obediencia a través de las cosas que sufren, Dios mismo estaría en contra de ellos; y esta es la raíz y causa de toda su miseria. Además, toda la creación estaría en guerra con ellos. Todas las duras condenas de Dios serían enviadas contra ellos. Las amenazas aquí son muy detalladas, eran profecías, y Aquel que previó todas sus rebeliones, sabía que resultarían así. Se amenazan juicios TEMPORALES. Aquellos que no se separarán de sus pecados por los mandamientos de Dios, serán separados de ellos por juicios. Los que están casados con sus deseos desordenados, tendrán suficiente de ellos. Se amenazan juicios ESPIRITUALES, que afectarían la mente. No encontrarían aceptación con Dios. Una conciencia culpable sería su continuo terror. Es justo que Dios deje desesperar de perdón a aquellos que presumen pecar; y es debido a la gracia gratuita si no nos deja consumirnos en la iniquidad en la que nacimos y hemos vivido.

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