Mateo 8:14-17

14-17 Pedro tenía una esposa, y sin embargo era un apóstol de Cristo, que mostró que aprobaba el estado matrimonial, al ser así de amable con las relaciones de la esposa de Pedro. La iglesia de Roma, que prohíbe a los ministros casarse, va en contra de ese apóstol en el que tanto se apoyan. Él tenía a la madre de su esposa en su familia, lo cual es un ejemplo para ser amable con nuestros parientes. En la curación espiritual, la Escritura dice la palabra, el Espíritu da el toque, toca el corazón, toca la mano. Los que se recuperan de las fiebres, comúnmente están débiles y debilitados algún tiempo después; pero para mostrar que esta curación estaba por encima del poder de la naturaleza, la mujer estaba inmediatamente tan bien como para ir a los negocios de la casa. Como los milagros que hacía Jesús eran conocidos, muchos acudían a él. Sanaba a todos los enfermos, aunque el paciente fuera muy malo y el caso muy grave. Muchas son las enfermedades y calamidades a las que estamos expuestos en el cuerpo; y hay más, en esas palabras del Evangelio, que Jesucristo soportó nuestras enfermedades y llevó nuestras penas, para apoyarnos y consolarnos en ellas, que en todos los escritos de los filósofos. No nos restrinja el trabajo, la molestia o el gasto que supone hacer el bien a los demás.