6-13 Aquellos que persisten en la ignorancia de Dios y en el abandono de la oración, son los impíos. Cuán injustos fueron los hombres, el Señor fue justo al permitirles hacer lo que hicieron. Las liberaciones de los problemas son misericordias cuando se basan en el perdón del pecado; Por lo tanto, debemos ser más sinceros en la oración por la eliminación de nuestros pecados que por la eliminación de las aflicciones. No tenían esperanzas sino de las misericordias de Dios, sus tiernas misericordias. No tienen ningún mérito, no fingen ninguno, pero, ayúdanos para la gloria de tu nombre; perdónanos por tu nombre. El cristiano no olvida que a menudo está atado a la cadena de sus pecados. El mundo para él es una prisión; se le impone una sentencia de muerte, y él no sabe qué tan pronto puede ejecutarse. ¡Cuán fervientemente debería orar en todo momento, oh deja que el suspiro de un prisionero venga ante ti, de acuerdo con la grandeza de tu poder, preserva a los que están destinados a morir! ¡Cuán glorioso será el día, cuando triunfe sobre el pecado y la tristeza, la iglesia contemple al adversario desarmado para siempre! mientras que esa iglesia, de edad en edad, cantará las alabanzas de su gran Pastor y Obispo, su Rey y su Dios

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