1-5 Dios gobierna el mundo por su providencia, gobierna la iglesia por su gracia, y ambos por su Hijo. Los habitantes de la tierra tienen motivos para temblar, pero el Redentor todavía espera ser amable. Que todos los que escuchan, tomen precauciones y busquen su misericordia. Cuanto más nos humillamos ante Dios, más lo exaltamos; y seamos así reverentes, porque él es santo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad