Como Nabal: sean tan despreciables como Nabal, y lo serán por esta odiosa acción; que sean tan incapaces de hacerte daño como él; que se vean obligados a ceder ante ti e implorar tu perdón, como Nabal ahora lo hace por mi boca: que la venganza que proyectaste sobre Nabal y su familia caiga sobre sus cabezas, quienes, por su inveterada malicia contra ti, merecen más que este tonto por este aborto espontáneo; y mucho más que todo el resto de nuestra familia, quienes, como no son enemigos tuyos, fueron en cierto modo culpables de esta mala acción. Y, por tanto, perdona a estos y ejecuta tu venganza sobre objetos más apropiados.

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