Por tanto, si no permites que los vengadores de la sangre me molesten o destruyan a mi hijo, que no son más que dos personas; ¡Cuán irrazonable es que procedas en tus esfuerzos por vengar la sangre de Amnón sobre Absalón, cuya muerte sería dolorosa para toda la comunidad de Israel, todos cuyos ojos están sobre él como heredero de la corona, y sabio y valiente, ¿Y persona amable, infeliz sólo en este acto de matar a Amnón, que se hizo tras una gran provocación, y del cual tú mismo diste la ocasión al permitir que Amnón quedara impune? Defectuoso - Por tu palabra, promesa y juramento que me hiciste por mi hijo, te condenas a ti mismo por no permitir la misma equidad hacia tu propio hijo.

Es cierto, el caso de Absalom era muy diferente al que ella suponía. Pero David estaba demasiado afectado para él como para notar esa diferencia, y estaba más deseoso de lo que ella podía estar, de aplicar ese juicio favorable a su propio hijo, que él había dado con respecto al de ella.

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