Esta es la primera mención de Adán en la historia de este capítulo. No hay duda de que el asesinato de Abel y la impenitencia y apostasía de Caín fueron un gran dolor para él y para Eva, y más porque su propia maldad ahora los corrigió, y su rebelión los reprendió. Su insensatez había dado entrada al mundo al pecado y la muerte, y ahora ellos dolían por ello, siendo por medio de ella privados de sus dos hijos en un día, Génesis 27:45 .

Cuando los padres estén afligidos por la maldad de sus hijos, deberían aprovechar la ocasión para lamentar esa corrupción de la naturaleza que se derivó de ellos y que es la raíz de la amargura. Pero aquí tenemos lo que fue un alivio para nuestros primeros padres en su aflicción, es decir, Dios les dio para ver la reconstrucción de su familia que fue dolorosamente sacudida y debilitada por ese triste evento. Porque vieron su semilla, otra en lugar de Abel. Y Adán llamó su nombre Set, es decir, Set, establecido o colocado, porque en su simiente la humanidad debe continuar hasta el fin de los tiempos.

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