Que hacen a un hombre - Que condenan a un hombre, como si fuera un gran criminal. Para él - Para los profetas y ministros fieles de Dios. La puerta - Allí la gente solía reunirse, tanto en relatos civiles como sagrados, y allí los profetas solían entregar sus profecías. Gire - Desde su derecha. Los justos: los fieles ministros de Dios. Nada: no por una gran ventaja, sino por una nimiedad.

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