que hacen a un hombre un ofensor por una palabra, condenándolo injustamente, sin importar cuál sea su causa, y ponen una trampa para el que reprende en la puerta, uno que tiene un asunto en disputa en los tribunales, que comúnmente se llevaban a cabo en las puertas de las ciudades, y desviar al justo por nada, trayendo acusaciones mentirosas contra él, siendo este el camino del mundo en todas partes.

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