Agítelos - Alguna parte de ellos en nombre del todo; y así para los dos corderos, de lo contrario, habrían sido demasiado grandes y demasiado pesados ​​para ser agitados. Para los sacerdotes - que tenían para ellos no sólo el pecho y el hombro como en otros, que pertenecían al sacerdote, sino también el resto que pertenecía al oferente; porque toda la congregación era la oferente aquí, no se podía distribuir a todos ni a algunos sin ofender a los demás.

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