Tertuliano sobre el arrepentimiento

reprende a los laodicenses por confiar en sus riquezas;[75]

Tratado de Cipriano VIII Sobre las obras y las limosnas

Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico; y vestiduras blancas para vestirte, y para que no se manifieste en ti la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que puedas ver.”[42]

Un tratado contra el hereje Novaciano por un obispo anónimo

¿Por qué, por el hecho mismo de que te has vuelto más pobre, te crees rico? Oye en el Apocalipsis la voz del Señor que te reprende con justos reproches: "Tú dices", dice Él, "soy rico, y enriquecido en bienes, y de nada tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desdichado, miserable y ciego". , y pobre, y desnudo.”[2]

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Antiguo Testamento