Tertuliano contra Marción Libro V

ai", en relación con la sinagoga de los judíos, según la ley, "la cual engendra servidumbre" - "la otra engendra" (libertad, ser resucitado) sobre todo principado, potestad, dominio y todo nombre que es yo nombrada, no sólo en este mundo, sino en el venidero, "la cual es la madre de todos nosotros", en la cual tenemos la promesa de la santa iglesia (de Cristo), por lo cual añade en conclusión: “Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre”[162].

Tertuliano sobre la monogamia

Las imágenes profetizan: los estatutos gobiernan. Lo que presagia aquel dicho de Abraham, el mismo apóstol lo enseña plenamente,[37]

Orígenes contra Celso Libro II

Ahora bien, ¿cómo habrían de abandonar la ley de sus padres, que tienen por costumbre reprender a los que no escuchan sus mandamientos, diciendo: Decidme, vosotros que leéis la ley, ¿no oís la ley? está escrito, que Abraham tuvo dos hijos, "y así sucesivamente, hasta el lugar, "las cuales cosas son una alegoría",[8]

Orígenes Contra Celso Libro IV

Las cuales cosas son una alegoría: porque estos son los dos pactos; la del monte Sinaí, que engendra para servidumbre, la cual es Agar.”[217]

Epístola de Cipriano LXXV

luz semejante e igual sobre todos, ¡cuánto más Cristo, que es el verdadero sol y el verdadero día, da a su Iglesia la luz de la vida eterna con la misma igualdad! De cuya igualdad vemos el sacramento celebrado en el Éxodo, cuando el maná descendió del cielo y, prefigurando las cosas por venir, mostró el alimento del pan celestial y el alimento de Cristo venidero. Porque allí, sin distinción de sexo ni de edad, cada uno recogía un gomer por partes iguales.[33]

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Antiguo Testamento