Ireneo Contra las Herejías Libro III

Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Pero creemos que, por la gracia de nuestro Señor Jesucristo, hemos de ser salvos, como ellos»[211].

Ireneo contra las herejías Libro IV

esto es, los hombres que están sobre la tierra; y de los hombres de esta estampa será voluntad de Dios sacar[310]

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