Teófilo a Autólico Libro I

¿Qué casa es hermosa y útil cuando no ha sido ungida? ¿Y qué hombre, cuando entra en esta vida o en el gimnasio, no es ungido con aceite? ¿Y qué obra tiene ornato o hermosura si no está ungida y bruñida? Entonces el aire y todo lo que está debajo del cielo está en cierto modo ungido por la luz y el espíritu; ¿Y no queréis ser ungidos con el aceite de Dios? Por lo cual somos llamados cristianos por este motivo, porque hemos sido ungidos con el óleo de Dios.[18]

Epístola de Cipriano LXXI

gravedad y sabiduría, es la que más especialmente atañe tanto a la autoridad sacerdotal como a la unidad, así como a la dignidad de la Iglesia Católica, nacidas como éstas de la ordenación del nombramiento divino; a saber, que los que han sido sumergidos fuera de la Iglesia, y han sido manchados entre herejes y cismáticos con la contaminación del agua profana, cuando vienen a nosotros y a la Iglesia que es una, deben ser bautizados, por la razón que es un asunto menor[2]

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