Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

Punto a nota:

Considere la simplicidad del texto anterior. Los apóstoles oraron por estos cristianos y luego les impusieron las manos. Si uno pudiera impartir la habilidad de obrar milagros, no se necesitarían horas o días de oración.

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Antiguo Testamento