Fragmentos de la Obra Perdida de Justino sobre la Resurrección

Y nuestro Señor Jesucristo nació de una virgen, sin otra razón que la de destruir el engendrar por deseo inicuo, y mostrar al gobernante[3]

Cinco libros en respuesta a Marción

220 El botín de la serpiente - "el mundo[86]

Orígenes de Principios Libro II

Y de nuevo dice refiriéndose a sí mismo: "He aquí, viene el príncipe de este mundo, y no halla nada en mí"[92].

Fragmentos exegéticos de Hipólito

Porque así como una serpiente no puede marcar su huella sobre una roca, así el diablo no pudo encontrar pecado en el cuerpo de Cristo. Porque el Señor dice: "He aquí que viene el príncipe de este mundo, y nada hallará en mí"[109].

La muerte de María Latín II

Y el Salvador le respondió: Cuando yo, enviado por mi Padre para la salvación del mundo, estaba colgado en la cruz, vino a mí el príncipe de las tinieblas; pero cuando no pudo encontrar en mí rastro alguno de su obra,[7]

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Antiguo Testamento