Viviendo por el poder de Dios 2 Corintios 13:1-4 : Pablo advirtió a estos hermanos que vendría a Corinto por tercera vez. Le preocupaba que pudiera venir y encontrar la condición espiritual desfavorable en Corinto. Si Pablo viniera a Corinto y las cosas no fueran como deberían ser, aun así los trataría con justicia.

Citó Deuteronomio 19:15 como la manera justa y correcta de tratar tales asuntos. “Un solo testigo no se levantará contra un hombre por cualquier iniquidad, o por cualquier pecado, en cualquier pecado que cometa; en boca de dos testigos, o en boca de tres testigos, se decidirá el asunto”. Durante su segunda visita cuando estaba con ellos, Pablo les advirtió que cualquiera que no dejara de pecar sería castigado. A pesar de que ahora estaba lejos de ellos, les dio la misma advertencia sobre lo que sucedería en esta tercera visita.

Pablo dijo que si venía y tenía que hacerlo con disciplina, eso probaría que era Cristo hablando en él. Cristo no es débil en el trato con sus hijos, sino que es poderoso entre nosotros. Cristo nunca fue débil cuando se trataba de lidiar con el mal. Es verdad que Cristo fue crucificado en debilidad. Esto tiene referencia al cuerpo físico que Jesús tomó sobre sí mismo. Sin embargo, Él ahora vive por el poder de Dios. Pablo dijo: "Somos débiles, así como lo fue Cristo. Pero verán que viviremos por el poder de Dios, así como Cristo vive".

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