Dios respondió a la queja de Habacuc -- Habacuc 1:5-11 : Dios le aseguró a Habacuc que estaba ocupado haciendo algo acerca de la situación que tanto le preocupaba. Le dijo al profeta que se asombraría de lo que ya estaba sucediendo. De hecho, incluso si Dios le dijera lo que estaba haciendo, Habacuc nunca creería lo que estaba sucediendo en ese momento.

Muchas profecías tenían una aplicación dual. Pablo citó este mismo versículo y lo aplicó a lo que Jesús hizo para traer la salvación a la humanidad. "Mirad, despreciadores, y maravillaos, y perecéis; porque yo hago una obra en vuestros días, una obra que no creeréis, aunque un hombre os la declare". ( Hechos 13:41 ) Dios le dijo a Habacuc que enviaría a los caldeos o babilonios a través de Israel para conquistar ciudades y pueblos.

Eran un pueblo feroz y cruel empeñado en la destrucción. Tomarían posesión de todo el país. Estos caldeos eran temibles y espantosos. Hicieron sus propias reglas e hicieron lo que quisieron. Eran rápidos y feroces y vendrían rápidamente a destruir. Se burlaban de los gobernantes y se reían de las fortalezas. El pueblo de Israel sería recogido como puñados de arena. El ejército caldeo vendría contra el pueblo de Dios sin temor. En todo esto los caldeos cometerían un trágico error, el de alabar a sus dioses por haber vencido a Israel. No reconocieron que el Dios Todopoderoso hizo que esto sucediera.

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