Dios estaba disgustado con el engaño y la violencia -- Miqueas 6:9-11 : El hombre sabio escuchará y obedecerá la voz de Jehová. Él es el Señor y tiene sentido respetar Su poder. Tiene poder para bendecir y tiene poder para castigar. Hizo un llamamiento especial a Jerusalén para escuchar y aprender de la vara de castigo del Todopoderoso.

Dios los encargó de hablar de honrarlo y al mismo tiempo acumular cosas obtenidas por medios deshonestos. "¿No hay aún tesoros ganados con iniquidad en la casa del impío, y medida falsa para el grano, abominable y maldita?" Amos dijo que la gente quiere que la adoración termine rápidamente para poder volver a sus negocios deshonestos. Dijeron: ¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el grano, y el día de reposo para sacar el trigo, haciendo pequeño el efa y grande el siclo, y falsificando las balanzas con engaño? ( Amós 8:5 ) ¡Dios espera más que solo palabrería y obediencia parcial!

Dios no podía tolerar su mal. "¿Podré ser yo mismo puro, y absolver al hombre con una balanza inicua y con una bolsa de pesos engañosos?" Si Dios aceptara o tolerara sus malas obras, Él mismo no podría ser puro. La pureza de Jehová exigía castigo por sus malas obras. La pureza de Dios lo llevó a decir: "Pero yo, el Señor, los castigaré por engañar con pesos y medidas". A menudo pensamos que "nadie se enterará". Pero Dios sabía exactamente de sus pesos engañosos y ahora enfrentarán el merecido castigo.

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