II. EL PRIMER ASESINO.

6. Y el Señor dijo a Caín.

Dios habla con él como con. niño hosco; le descifra lo que duerme en su corazón, y, como. bestia de presa, está al acecho en la puerta. El acercamiento cercano del pecado no podría representarse de manera más verdadera o terrible. Contra este enemigo insidioso, se advierte a Caín y se le ordena que lo gobierne.-- Herder.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Nuevo Testamento