ἐν παραβολαῖς. La parábola es adecuada (1) para los no instruidos, ya que tiene una forma atractiva y revela la verdad espiritual exactamente en proporción a la capacidad del oyente; y (2) al divinamente sabio como envolviendo un secreto que puede penetrar por su visión espiritual. En esto se parece al mito platónico; fue la forma en que muchos filósofos revistieron sus pensamientos más profundos.

(3) Cumple la condición de todo conocimiento verdadero. Sólo el que busca encuentra. En relación con la Naturaleza, el Arte, Dios Mismo, puede decirse el aburrido 'ver no ver'. Las cosas más comunes y obvias esconden las más grandes verdades. (4) La Sabiduría divina ha sido justificada con respecto a este modo de enseñanza. Las parábolas han calado profundamente en el pensamiento y el lenguaje de los hombres (no sólo de los cristianos), como ninguna otra enseñanza podría haberlo hecho; en prueba de lo cual es suficiente nombrar palabras y expresiones tales como 'talentos', 'dispensación', 'levadura', 'hijo pródigo', 'luz bajo un celemín', 'construir sobre arena'.

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