Y acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

Ver. 10. Y sus discípulos se acercaron y le dijeron ] Vinieron a él en busca de satisfacción. Tenga en cuenta esto en contra de los oyentes cautivos y caprichosos, que relatan maliciosamente a otros lo que el predicador no les parece tan bien o sabiamente dicho, y no se acercan al predicador mismo, que puede desarrollar mejor su propia mente (no todo puede decirse en una hora) y pedir sus propias disculpas. Algunos se sientan detrás del pilar, como Eli lo hizo con Ana, para observar y atrapar lo que pueden quejar y quejarse. Afirman haber ejercido sus críticas sobre el predicador, y eso es todo lo que hacen de un sermón, aunque nunca tan sabroso y oportuno. Estos son oyentes herodianos.

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