Ver. 12. Entonces la banda, el capitán y los oficiales de los judíos tomaron a Jesús y lo ataron, 13. Y lo llevaron primero a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel mismo año. 14. Ahora bien, Caifás era el que dio el consejo a los judíos, que era conveniente que un hombre muriera por el pueblo.

TEOFILO. Habiéndose hecho todo lo que podía ser para disuadir a los judíos, y ellos rehusando hacer caso a la advertencia, Él se dejó entregar en sus manos: Entonces la banda, el capitán y los oficiales de los judíos tomaron a Jesús.

AGO. Tomaron a Aquel a quien no se acercaron; ni entendiste lo que está escrito en los Salmos: Acercaos a Él, y seréis alumbrados. Porque si se hubieran acercado así a Él, lo habrían tomado, no para matarlo, sino para estar en sus corazones. Pero ahora que lo toman como lo hacen, retroceden. Sigue y ata a Aquel por quien deberían haber querido ser desatados. Y tal vez hubo entre ellos algunos que, luego entregados por Él, exclamaron: Has roto Mis cadenas en pedazos.

Pero después de haber atado a Jesús, entonces parece más claro que Judas lo había traicionado no por un propósito bueno, sino por el más perverso: y lo llevó primero a Anás.

CHRYS. En júbilo, para mostrar lo que habían hecho, como si estuvieran levantando un trofeo.

AGO. Por qué lo hicieron, nos dice inmediatamente después: Porque él era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese mismo año. Mateo, para acortar la narración, dice que fue conducido a Caifás; porque fue llevado primero a Anás, como suegro de Caifás. Así que debemos entender que Anás deseaba hacer el papel de Caifás.

BED. Para que, aunque nuestro Señor fue condenado por su colega, no fuera inocente, aunque su crimen fuera menor. O tal vez su casa estaba en el camino y se vieron obligados a pasar por ella. O fue el designio de la Providencia, que aquellos que eran aliados de sangre, deberían estar asociados en la culpa. Sin embargo, que Caifás fuera sumo sacerdote ese año suena contrario a la ley, que ordenaba que hubiera un solo sumo sacerdote, y hacía que el cargo fuera hereditario. Pero el pontificado ahora había sido abandonado a hombres ambiciosos.

ALCUINO. Josefo relata que este Caifás compró el sumo sacerdocio para este año. No es de extrañar entonces que un sumo sacerdote impío juzgara impíamente. Un hombre que fue ascendido al sacerdocio por la avaricia se mantendría allí por la injusticia.

CHRYS. Sin embargo, para que nadie se turbe con el sonido de las cadenas, el evangelista les recuerda la profecía de que su muerte sería la salvación del mundo: Ahora bien, Caifás fue el que aconsejó a los judíos que convenía que un solo hombre hay que morir por el pueblo. Tal es la fuerza abrumadora de la verdad, que incluso sus enemigos se hacen eco de ella.

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