Versículo 7. Y pronunció una parábola a los convidados, cuando señaló cómo escogían los aposentos principales; diciéndoles: 8. Cuando alguno os invite a bodas, no os sentéis en el aposento alto; no sea que se le pida a un hombre más honrado que tú; 9. Y el que te mandó a ti ya él que viniera y te dijera: Da lugar a este hombre; y comienzas con vergüenza a tomar la habitación más baja. 10. Pero cuando te lo pidan, ve y siéntate en el aposento más bajo; para que cuando venga el que te invitó, te diga: Amigo, sube más alto; entonces tendrás adoración en presencia de los que se sientan a la mesa contigo. 11. Porque cualquiera que se enaltece, será abatido; y el que se humilla será enaltecido.

Ambrosio; Primero se cura el hidrópico, en quien las abundantes descargas de la carne aplastaron las potencias del alma y apagaron el ardor del Espíritu. Luego se enseña la humildad, cuando en el banquete nupcial se prohibe el deseo del lugar más alto. Como está dicho, Y él habló, No os sentéis en el aposento alto.

Cirilo; Porque lanzarse precipitadamente a honores que no nos convienen, indica temeridad. y difama nuestras acciones. De donde se sigue, para que no sea invitado un hombre más honorable que tú, etc.

CHRYS. Y así el buscador de honor no obtuvo lo que codiciaba, sino que sufrió una derrota, y ocupándose de cómo podría ser cargado de honores, es tratado con deshonra. Y como nada vale tanto como la modestia, lleva a su oyente a lo contrario; no sólo para que busque el lugar más alto, sino también para que busque el más bajo. Como sigue; Pero cuando te lo pidan, ve y siéntate en la habitación más baja.

Cirilo; Porque si un hombre no quiere ser puesto delante de los demás, obtiene este honor según la palabra divina. Como sigue; Para que cuando venga el que te mandó, te diga: Amigo, sube más alto. En estas palabras Él no reprende duramente, sino que amonesta suavemente; porque una palabra de consejo es suficiente para el sabio. Y así por su humildad los hombres son coronados de honores; como sigue, Entonces tendrás adoración.

ALBAHACA; Ocupar, pues, el lugar más bajo en una fiesta, según el mandato de nuestro Señor, conviene a todo hombre, pero de nuevo precipitarse contenciosa tras esto es ser condenado como una ruptura del orden y causa de tumulto; y una contienda suscitada al respecto, os pondrá al nivel de los que disputan sobre el lugar más alto. Por tanto, como aquí dice nuestro Señor, corresponde al que hace la fiesta arreglar el orden de sentarse.

Así, con paciencia y amor, debemos comportarnos mutuamente, siguiendo todas las cosas decentemente de acuerdo con el orden, no para la apariencia externa o la exhibición pública; ni debemos parecer estudiar o afectar la humildad por la contradicción violenta, sino ganarla por la condescendencia o por la paciencia. Porque la resistencia u oposición es una muestra de orgullo mucho más fuerte que tomar el primer asiento en la comida, cuando lo obtenemos por autoridad.

TEOFILO. Ahora bien, que nadie considere los preceptos anteriores de Cristo como insignificantes e indignos de la sublimidad y grandeza de la Palabra de Dios. Porque no lo llamarías un médico misericordioso que profesa curar la gota, pero rellena para curar una cicatriz en el dedo o un dolor de muelas. Además, ¿cómo puede parecer leve esa pasión de vanagloria que conmovía o agitaba a los que buscaban los primeros asientos? Correspondió entonces al Maestro de la humildad cortar toda rama de la mala raíz. Pero obsérvese también esto, que cuando la cena estuvo lista, y los desdichados invitados compitieron por la precedencia ante los ojos del Salvador, hubo una ocasión adecuada para un consejo.

Cirilo; Habiendo mostrado, pues, con un ejemplo tan pequeño la degradación de los ambiciosos y la exaltación de los humildes, añade una gran cosa a lo poco, pronunciando una sentencia general, como sigue: Porque todo el que se enaltece será abatido, y el que se humilla será enaltecido. Esto está dicho según el juicio divino, no según la experiencia humana, en la cual los que anhelan la gloria la obtienen, mientras que otros que se humillan quedan sin gloria.

TEOFILO. Además, no debe ser respetado al final, ni por todos los hombres, que se lanza a los honores; pero mientras unos lo honran, otros lo menosprecian, ya veces incluso los mismos hombres que lo honran exteriormente.

BEDA; Pero como el evangelista llama parábola a esta admonición, debemos examinar brevemente cuál es su significado místico. Cualquiera que, siendo invitado, ha venido a la fiesta de bodas de la Iglesia de Cristo, estando unido a los miembros de la Iglesia por la fe, que no se exalte a sí mismo como superior a los demás jactándose de sus méritos. Porque habrá de dar lugar a otro más honroso que se invita después, viéndose superado por la actividad de los que le seguían, y con vergüenza ocupa el lugar más bajo, ahora que sabiendo cosas mejores de los demás abaja. cualquier pensamiento elevado que una vez tuvo de sus propias obras.

Pero un hombre se sienta en el lugar más bajo de acuerdo con ese versículo, Cuanto mayor seas, humíllate en todas las cosas. Pero el Señor cuando venga, a quien halle humilde, bendiciéndolo con el nombre de amigo, le mandará subir más alto. Porque el que se humilla como un niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Pero bien está dicho: Entonces tendréis gloria, para que no comenzéis a buscar ahora lo que os está reservado al final.

También puede entenderse, aun en esta vida, porque Dios viene diariamente a Su fiesta de bodas, despreciando a los soberbios; y muchas veces dando a los humildes tan grandes dones de su Espíritu, que la asamblea de los que se sientan a la mesa, es decir, los fieles, los glorifica con asombro. Pero en la conclusión general que se agrega, se declara claramente que el discurso precedente de nuestro Señor debe entenderse típicamente.

Porque no todo el que se ensalza delante de los hombres es humillado; ni el que se humilla delante de ellos, es exaltado por ellos. Pero al que se enaltece por sus méritos, el Señor lo humillará, y al que se humille por sus misericordias, lo ensalzará.

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