Versículo 15. Esta sabiduría no desciende de lo alto.

La sabiduría de la que te jactas de poseer mientras tu corazón está lleno de envidia y una disposición lista para participar en la contienda, y tus declaraciones muestran que posees estas pasiones, no viene de arriba. El mismo no viene del cielo, donde reina Dios y habitan los ángeles.

Pero es terrenal, sensual, diabólico.

Son terrenales porque en la tierra sólo se encuentran tales; sensual porque sugerida por apetitos animales, y diabólica porque inspirada por el enemigo de las almas.

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