Verso 13 Id ahora, los que decís, Hoy o mañana. "Ir ahora", como una expresión, puede haber sido inteligible en los días del Rey James de Inglaterra, cuando se hizo nuestra Versión Común, pero ahora no es un buen inglés sencillo, porque no da su sentido fácilmente. El siríaco está menos oculto. Dice: "Pero, ¿qué diremos a los que dicen?" La idea es que hay quienes consideran sus propios deseos como el fin de toda indagación en cualquier asunto que les concierna.

Determinan lo que pretenden hacer, y lo consideran definitivo. A modo de ejemplo, determinan que irán hoy o mañana a cierta ciudad con un propósito dado, sin tener en cuenta a Dios ni a su existencia. Dejando a Dios fuera del cálculo, sin sentir ninguna dependencia de él, o al menos por el momento habiendo aparentemente olvidado su dependencia de él, van más allá en su determinación.

Dicen: "En aquella ciudad adonde vamos nos quedaremos un año, haremos mercadería u otro tráfico, y acumularemos riquezas". Así fijan un propósito en sus mentes, determinan exactamente cuándo se dedicarán a llevarlo adelante, el lugar de la operación, cuánto tiempo continuará y los resultados. Todo esto suena muy bien. Pero se ha descuidado una consideración muy importante, algo que parece haber sido totalmente desterrado y cuidadosamente mantenido fuera de la vista, sin tener en cuenta la existencia de Dios, su control de las acciones humanas, su dependencia de él, y así afirman que todos los eventos están en sus propias manos humanas insignificantes. Esto es irreligioso y se aproxima a la infidelidad. Si alguno de ustedes es tan indiferente a las obligaciones que debe a Dios, escuche.

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