El que habla en lengua desconocida , a sí mismo se edifica. No necesariamente porque entiende lo que dice, sino porque su espíritu, movido por el Espíritu de Dios, es llevado por la experiencia de la emoción interior a alabar a Dios. Estio. Véase 1 Corintios 14:14 .

pero el que profetiza edifica a la iglesia. El beneficio de los hermanos es siempre el objetivo de San Pablo. Cf. 1 Corintios 14:6; 1 Corintios 14:12 ; cap. 1 Corintios 6:12 , etc.

Se debe preferir la profecía al don de lenguas porque es más directamente útil. Ver nota, cap. 1 Corintios 12:28 .

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