Con un estallido de inspiración profética, Samuel desgarra el tejido de excusas de Saúl y deja al descubierto su pecado. Sus palabras son la nota clave de la larga protesta de los profetas en épocas posteriores contra el error demasiado común de suponer que el ceremonial externo puede tener algún valor a la vista de Dios cuando se separa de la verdadera devoción del corazón del adorador que simboliza. . Véase Salmo 40:6-8 ; Salmo 50:8 ss.; Salmo 51:16-17 ; Isaías 1:11-15 ; Jeremias 6:20 ; Oseas 6:6 ; Amós 5:21-24 ; Miqueas 6:6-8 ; Mateo 9:13 ; Mateo 12:7. La forma rítmica del original añade fuerza y ​​solemnidad.

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